Tractatus de origine, natura, jure et mutationibus monetarum

Nicolas de Oresme.
Introducción, transcripción, traducción y aparato crítico de Tommaso Brollo y Paolo Evangelisti (2020).
Trieste: Edizioni Università di Trieste (Rei Nummariae Scriptores 4).
317 pp. ISBN 978-88-5511-140-9 (impreso); ISBN 978-88-5511-141-6 (online).

Julián Giglio

Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
ORCID: 0000-0002-6901-7172

La primera edición moderna del Tractatus de origine, natura, jure et mutationibus monetarum de Nicolás de Oresme, descubierto y descripto por el economista alemán Wilhem Roscher en el año 1863, aparecería inmediatamente después, en 1864, y sería realizada por el economista franco-polaco Louis F. M. R. Wolowski. Desde entonces, se han sucedido ediciones en inglés, alemán, italiano, español y portugués.

Esta nueva versión italiana del De moneta de Nicolás de Oresme (1355), editada por la Universidad de Trieste, con transcripción y traducción realizada por Tommaso Brollo y Paolo Evangelisti, representa un importante aporte al conjunto de ediciones existentes hasta el momento.

Si bien la misma no es de carácter crítico, presenta algunas particularidades que la hacen, sin duda, una de las mejores ediciones para trabajar sobre el tratado oresmiano. Esto se debe al hecho de presentar no solamente una cuidada transcripción del texto latino, sino también una transcripción de la versión francesa vernácula, casi con certeza realizada por el propio Oresme a pedido de Carlos V para la Biblioteca Real del Louvre, en cuyo catálogo se registra desde, al menos, 1373. También presenta una traducción al italiano realizada por los editores y un extenso trabajo introductorio. Por último, pero para nada menor, ha sido editado en formato digital abierto y es accesible on-line.

El De moneta tuvo una primera versión en el año 1355 que contó originalmente con 23 capítulos, que fue aumentada a 26 en su segunda versión latina de 1358. El cambio sustancial entre una y otra versión del Tratado se opera en relación con la contemplación o no de poder de realizar mutaciones en situaciones excepcionales. Esto ha llevado a que se hable de una “lógica histórica” de esta doble redacción, que respondería principalmente a los requerimientos fiscales para el pago del rescate de Juan “el Bueno” luego de su captura en Poitiers en 1356. Es importante resaltar que no se conserva ninguna copia original del De moneta, lo que ha hecho que surgieran diferentes explicaciones respecto de las diferencias observadas en los manuscritos conservados en relación con la cantidad de capítulos componentes.

Las ediciones modernas –y la edición de Brollo y Evangelisti no es la excepción– no suelen detenerse en las particularidades de esta doble redacción que se vuelve de interés en tanto que, de las catorce ediciones más antiguas impresas en latín, trece (realizadas entre 1484 y 1677) reproducen el texto de 23 capítulos, y solamente la primera toma el de 26 capítulos. Esto vuelve particularmente relevante la versión de 23 capítulos para estudios que pretendan indagar la influencia del De moneta en los siglos XV-XVII.

En 1956 Johnson realizó la consolidación del texto latino. Sin ser una edición crítica, el trabajo de consolidación a partir de la colación de cinco manuscritos entre un conjunto de ocho, que Johnson ordena en tres grupos, de acuerdo con la antigüedad y calidad de estos, continúa siendo la edición de referencia. Los cinco manuscritos utilizados por Johnson para consolidar el texto son: 1. París, Bibl. Nat., Ms. lat. 14.579; 2. París, Bibl. Nat., Ms. lat. 14.580; 3. París, Bibl. St. Geneviève, Ms. 343; 4. París, Bibl. Nat., Ms. lat. 868I; 5. París, Bibl. Nat., Ms. lat. 8733A. La edición de Brollo y Evangelisti toma como base cuatro manuscritos. Tres de ellos utilizados por Johnson (1, 2 y 5), y diferenciándose de la dicha selección al utilizar el manuscrito de París, Bibl. Nat lat. 13.965, y sumar la confrontación con la edición realizada en Colonia en 1484 –Opera Johannis Gersonis, Colonia 1484, ff. 268v-280r– al tiempo que con el texto consolidado por Johnson. Y para la versión en vulgar utilizan un manuscrito diverso de los utilizados por Wolowski –París, Bibl. Nat., Ms. Fr. 23.926–, al tiempo que lo confrontan con la edición realizada por este último (pp. 101-107). Si bien el trabajo sobre las ediciones es cuidadoso y detallado, lamentablemente los editores no han consignado las traducciones españolas realizadas por Bonachia-Hernando, y Tursi y Basbus; así como tampoco la edición portuguesa de Vicentini.

Hechas estas aclaraciones, el trabajo introductorio de Brollo y Evangelisti, que se despliega en casi una centena de páginas, muestra un conocimiento amplio de la bibliografía referida al autor, a la obra y a las temáticas tratadas. El mismo se divide en tres partes. La primera, “Entre la guerra de los cien años y la anarquía monetaria: Oresme y la temperatura cultural y política del siglo XIV” (pp. 8-31), se divide en dos apartados, uno dedicado a “La matriz cultural del De moneta” (pp. 8-17), y el otro a “El contexto histórico, político y económico” (pp. 18-29). No obstante ese cuidadoso trabajo, pueden observarse algunas imprecisiones, como las referencias a las relaciones de Oresme con la corona como “consigliere, cappellano e segretario del Delfino Carlo” (p. 13) que han sido cuestionadas por no contar con sustento textual con anterioridad a 1359. También presentan un interesante resumen y análisis de la situación monetaria, signada por una serie de mutaciones sobre el contenido metálico de las monedas con objetivos fiscales que tuvieron importantes fluctuaciones en los períodos que van de 1337-1343 y de 1346-1360. Entre 1337 y 1360 se observaron 85 proclamas y llamados para realizar mutaciones monetarias, de las cuales 51 se concentran en el período 1355 y 1360. Son destacables los gráficos realizados por los autores para presentar estas alteraciones.

Al final de la primera parte, Brollo y Evangelisti presentan un pequeño anexo en donde describen “El funcionamiento de la ceca y el sistema monetario medieval”, que representa una importante apoyatura para que quien no tenga conocimiento del funcionamiento del sistema de moneda de cuenta pueda aproximarse al texto oresmiano y contextualizarlo.

La segunda parte, “Moneda, poder y soberanía: la función comunicativa de la monnoie y la crítica oresmiana a la mutación monetaria” (pp. 32-63), se divide en dos apartados: “Moneda y palabra” (pp. 32-42) y “El poder sobre la moneda y el poder de la moneda. La historiografía económica y el tratado oresmiano” (pp. 43-63). Allí presentan una interpretación de la postura oresmiana respecto de la moneda desvinculada del valor intrínseco metálico de la misma (p. 56), que sigue la línea interpretativa presentada por Brollo en un trabajo dedicado a los Comentarios de la Ética Nicomáquea de Alberto Magno y Tomás de Aquino, en el cual el autor italiano argumenta en favor de una interpretación puramente convencionalista (2019). Si bien es cierto que se observa una visión convencionalista en línea con los argumentos presentados por Aristóteles en la Ética Nicomáquea, y sobre todo en las definiciones que brinda Oresme del dinero como instrumentum inventado para la facilitación de los intercambios de riquezas naturales, la misma debe ser matizada en varios sentidos. Detenerse en esta cuestión excede el objetivo y los límites de estas páginas, pero sí cabe resaltar un punto de relevancia al respecto.

Los autores, en dicha interpretación, omiten la abundante cantidad de referencias que realiza Oresme a la materia de la moneda (capítulos II, III, X, XIII), al peso (capítulo XII), a la proporción (capítulos X y XI). La interpretación unívoca que proponen tiende a aplanar y velar la complejidad y la riqueza del texto oresmiano, en donde se observa que conviven dos visiones de la moneda que solo la economía moderna tiende a ver como estrictamente contrapuestas.

La tercera parte, la más original del trabajo introductorio, propone un análisis de lo que los italianos llaman “La dimensión teológica de la institución moneda. Estructura de apoyo de la reflexión política y económica de Nicolás de Oresme” (pp. 64-100). La misma se divida en tres apartados: “Los fundamentos bíblicos de la institución monetaria y de su legitimación” (pp. 64-74), “El fundamento teológico de un vínculo político: la prohibición de alterar la moneda” (pp. 75-83), y “Preciosa e intangible como una mujer. La dimensión fiduciaria de la moneda” (pp. 84-100). Esta interpretación teológico-política es sustentada en la utilización por parte de Oresme de los pasajes de Deuteronomio 32: 8 y Génesis 1: 28. Los italianos afirman también que es a través de los usos de los pasajes neotestamentarios de Romanos 13: 7 y Mateo 22: 20-21 en el capítulo VI (pp. 128-131) que Oresme concluye que la moneda es de la comunidad y de los individuos (est igitur pecunia communitatis et singularium personarum). Pero los argumentos del capítulo VI parecen estar vinculados a las discusiones entre franciscanos y dominicos en torno a la propiedad y la pobreza, en donde parecería más bien estar queriendo definir la propiedad de la moneda en términos de igualdad con la del resto de los bienes, y desvincularla de la jurisdicción real, y las citas neotestamentarias parecen responder a un intento por llevar la discusión al ámbito fiscal en algo que parecería ser una discusión en torno a la auctoritas monetarum. No obstante, la propuesta analítica se encuentra bien desarrollada y fundamentada con erudición, y representa, sobre todo, una novedad digna de atención en lo que respecta a las interpretaciones del texto oresmiano, que invita a una nueva lectura a la luz de esta.

Dado el cuidadoso trabajo de los italianos, llaman la atención algunas omisiones, como la ausencia de referencias a Marsilio de Padua, incluso resaltando la utilización de la expresión eius valencior pars (p. 53). Esto podría deberse, al menos en parte, a la inexistente lectura de la bibliografía sobre la temática en lengua castellana, la cual ha abordado profusamente la misma en las últimas décadas.

En cuanto a la traducción, que traduzcan los tres lexemas utilizados por Oresme para mentar el dinero (nummisma, moneta, y pecunia) por el mismo término en italiano (moneta), representa un inconveniente a la hora de aproximarse al texto. Si bien dedican una nota para esclarecer la diferenciación entre ellos y marcar la carencia lingüística del italiano para diferenciar la moneda institucional de la pieza singular, algo que es más simple en el inglés (money-coin) (pp. 198-199), recién lo hacen en el capítulo IV (pp. 126-127), y quizás lo ameritaría desde el capítulo I, en donde ya aparecen los tres lexemas y son traducidos indistintamente por moneta (pp. 120-121). Por otro lado, el hecho de que las notas no sean a pie de página vuelve aún más engorrosa la consulta de estas, máxime en la versión digital.

Luego, se puede señalar alguna que otra sobreinterpretación del texto a través de la traducción. Por poner un ejemplo, en el capítulo XX, en donde traducen sufficiencia materie monetabilis por un’adeguata quantità di circolante (pp. 164-165), lo que podría favorecer una interpretación más próxima a la ortodoxia económica neoclásica de corte monetarista, cuando en términos estrictos parecería estar más cercana de una postura de tipo metalista, en donde cobra relevancia el valor intrínseco de la moneda. Sin embargo, ello no parece ser intencional, sino más bien deberse a la propia interpretación de corte institucional-convencionalista a la cual adscriben los italianos. Por otro lado, cabe resaltar que es un pasaje en sí complejo y de difícil traducción.

No obstante estos señalamientos, la edición de Brollo y Evangelisti resalta por su cuidado en el detalle, el trabajo erudito, y las interesantes propuestas interpretativas que invitan a continuar indagando la obra del maestro de Navarra. Esta edición, disponible on-line, que presenta tanto la versión latina, como la vernácula francesa, no puede menos que brindar un importante impulso a los trabajos sobre las obras de filosofía práctica oresmiana y, como tal, representa un importante aporte al campo.