Noemí Goldman
Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” - UBA/CONICET, Argentina.
José Carlos Chiaramonte falleció el viernes 1 de marzo de 2024 a la edad de 92 años. En su larga, intensa y fructífera actividad como historiador supo anudar la investigación histórica, la formación de historiadores, la gestión, la enseñanza y la divulgación. En todas estas actividades y facetas de su quehacer historiográfico estuvo siempre presente un problema central: ¿cómo pensar la historia? Este interrogante afloró en cada uno de sus numerosos trabajos sobre la historia rioplatense e iberoamericana desde el siglo XVIII hasta la formación de las naciones.
Lector atento y exigente, José Carlos fue un autodidacta y asiduo lector de obras diversas sobre filosofía, historia, ciencia política, literatura y poesía. Fue amigo de un grupo de poetas y escritores litoraleños como Juan L. Ortiz, Juan José Saer y Hugo Gola, a quienes gustaba nombrar. Se graduó como profesor de filosofía en 1956, en la Facultad de Filosofía y Letras de Rosario, de la Universidad Nacional del Litoral. Se inició en la enseñanza como docente universitario de Historia del Pensamiento y la Cultura Argentina en la Facultad de Ciencias de la Educación de la misma Universidad con sede en Paraná. Solía siempre recordar esa formación inicial como la base de su mirada transversal sobre la historia. Cabe mencionar también su paso, gracias a una beca, por la Cátedra de Historia Social de José Luis Romero en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, en 1961.
Sus primeros libros publicados a partir de 1962 abordan distintos aspectos sobre las etapas iniciales de la ilustración en el Río de la Plata (Ensayos sobre la “Ilustración” argentina, 1962, y Pensamiento de la ilustración, 1979). También de esa época es su clásico Nacionalismo y liberalismo económicos en Argentina, 1860-1880 (1971, reedición 2012).
En 1975 José Carlos se vio obligado a exiliarse con su familia en México donde continuó trabajando en el Departamento de Antropología e Historia del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Luego, entre 1976 y 1985, fue investigador en el Instituto de Sociología de la UNAM y en el año 1984 ingresó como Investigador Nacional en el Sistema Nacional de Investigadores de México. El terremoto de septiembre de 1985 en Ciudad de México lo trae de vuelta a la Argentina.
A su regreso, en 1986, Chiaramonte asumió la dirección del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires y fundó el Programa de Historia Argentina del siglo XIX. Asimismo, inauguró la Tercera Serie del Boletín del Instituto. Su dirección, que continuó durante 25 años, constituyó una verdadera refundación de una institución de larga trayectoria en el campo de la investigación histórica.
Desde esas nuevas bases institucionales, José Carlos inició renovadas líneas de investigación, comenzando por su clásico El Mito de los orígenes en la historiografía latinoamericana (Cuadernos del Instituto Ravignani, 2, 1991), donde iba a sugerir “alternativas” para un mejor enfoque y comprensión del gran problema de los orígenes en la formación de la nación, la identidad nacional y el Estado nacional. Estas preocupaciones iban también a acompañar un movimiento general de renovación historiográfica iberoamericana sobre la naturaleza de las crisis ibéricas, los procesos de independencia y las diversas formas de concebir las soluciones políticas y constitucionales emergentes.
En el análisis y reflexión sobre las tradiciones intelectuales y los fundamentos de los procesos de independencia, José Carlos iba a encontrar uno de los terrenos más fértiles y desafiantes para la investigación histórica. Así observaba que luego de 1810, América del Sur, al igual que otras partes del Imperio español, era aún concebida como un espacio abierto a diversas alternativas de asociación política y de formación de Estados. La relación entre Ilustración e Independencia, el origen y legitimidad del poder, la gran cuestión de la soberanía, el derecho natural y de gentes, el origen de la nación, la formación de las provincias, la cuestión del federalismo, los inicios de la representación política, la comparación entre las independencias anglo e iberoamericanas, fueron abordados en sendos libros (Crítica ilustrada de la realidad, 1982; La Ilustración en el Río de la Plata. Cultura eclesiástica y cultura laica durante el Virreinato, 1989; Fundamentos intelectuales y políticos de las independencias. Notas para una nueva historia intelectual de Iberoamérica, 2010; Nación y Estado en Iberoamérica. El lenguaje político en tiempos de las independencias, 2004; Ciudades, provincias, Estados: Orígenes de la Nación Argentina (1800-1846), 1997; Raíces históricas del federalismo latinoamericano, 2016).
Asimismo, y en varias etapas, concluyó con la reconocida investigación sobre aspectos sustanciales de la vida económica y social de la provincia de Corrientes (Mercaderes del Litoral. Economía y sociedad en la provincia de Corrientes, primera mitad del siglo XIX, 1991), que le sirvió como mirador para revisar la cuestión del caudillismo en el litoral y la de la formación de las provincias en todo el espacio rioplatense luego de 1820.
Varios de sus libros fueron traducidos y publicados en el exterior. En portugués: Cidades, Províncias, Estados: Origens da Nação Argentina (1800-1846) (2009) y Problemas da história e da História. Reflexões sobre o pasado e a disciplina histórica (2022). En inglés: Nation and State in Latin America. Political Language During Independence (2012).
Junto con esta sostenida producción intelectual, Chiaramonte cumplía con su labor de dirección del Instituto Ravignani. Bajo su orientación se realizaron cambios sustanciales en la dinámica de investigación del Instituto, con el sostenido incremento del número de investigadores y de áreas de trabajo que darían lugar a la conformación de programas, seminarios y grupos de investigación. Asimismo, se renovaron y crearon áreas de servicio a la investigación: Biblioteca, Archivos, Proyecto Patrimonio Histórico (digitalización). En el año 2007, y gracias a su iniciativa, el Instituto fue declarado “Instituto de la Universidad de Buenos Aires”. En noviembre de 2011, el Instituto se convirtió, también por iniciativa de Chiaramonte, en Unidad Ejecutora de doble dependencia UBA-CONICET. Esta virtuosa asociación iba a dar sus frutos en los siguientes años con el crecimiento y consolidación de las áreas de servicios de apoyo a la investigación y el crecimiento de investigadores/as y becarios/as.
Por su labor recibió diversos reconocimientos, premios y distinciones. Fue Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires e Investigador Emérito del CONICET. También fue distinguido Doctor Honoris Causa por varias universidades nacionales, entre ellas la Universidad de Rosario. Recibió la Beca John Simon Guggenheim (1982) y el Premio Bernardo Houssay a la Investigación Científica y Tecnológica, en la categoría Trayectoria Científica, en el área Ciencias Sociales y Humanidades (2005). Fue asimismo Profesor visitante en la Universidad Hebrea de Jerusalén y en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París. Dictó numerosas conferencias en universidades del país y del exterior.
Junto con su comprometida actividad de investigación, enseñanza, gestión y divulgación, José Carlos nos invitaba a reflexionar sobre la disciplina histórica y a no abandonar una pregunta recurrente en todos sus escritos: “¿Cuál es el sentido que otorgamos a nuestra labor de historiadores?”. Este interrogante fue retomado por José Carlos en su último libro, publicado también en portugués en 2022: Problemas de la historia y de la Historia. Reflexiones sobre el pasado y la disciplina histórica (2023). Previamente se había editado Usos políticos de la historia (2013). Chiaramonte volvía allí a sus constantes preocupaciones sobre la cientificidad de la historia, la periodización histórica, los anacronismos,
la escritura en la historia, entre otros.
Hasta sus últimos días, José Carlos seguía asistiendo a su oficina en el Instituto y gustaba compartir recuerdos y anécdotas con todos los que allí nos encontrábamos. Por todo ello y por lo que aprendimos y compartimos en el Instituto durante largos años, acompañados por su entusiasmo intelectual y sus observaciones siempre agudas y oportunas, honramos su memoria, al mismo tiempo que expresamos nuestra profunda gratitud por su inmensa labor, su amplio legado y su cálida amistad.
Junio de 2024