0000-0003-4018-349X Juan Francisco Olsen[1][2]
Tourist-heritage tensions around Welsh tea in the lower valley of the Chubut River
Tensões turismo-patrimoniais em torno do chá galês no vale inferior do rio Chubut
El “té galés” es, sin dudas, el atractivo turístico-gastronómico,1 entendido como la representación y/o recurso turístico creado o convertido para facilitar la experiencia turística culinaria (Navarro, 2015) más importante en la región noreste de la provincia del Chubut (Argentina). Así, junto con las imágenes de corderos a la cruz o al asador, las teteras cubiertas de lana y las fuentes repletas de tortas, panes y dulces son infaltables en las guías de turismo local, los programas de viajes y las recomendaciones de influencers. Sin embargo, como en todo proceso de activación patrimonial, la explotación turística de la práctica del té, sus recetas y las casas especializadas como espacios físicos, encierra una compleja trama de relaciones, en la que se vislumbran acuerdos y tensiones entre diferentes actores.
Cuando hablamos de “activación patrimonial”, siguiendo el planteo de Prats (2006), nos referimos al proceso de selección, ordenamiento e interpretación que conduce a la formación de discursos patrimoniales, tradicionalmente destinados a sostener y sacralizar versiones ideológicas de la identidad (o de las identidades) sobre un territorio, comunidad o grupo y que promueven adhesiones emotivas mediante la eficacia simbólica de los referentes patrimoniales. Específicamente los identificamos en aquellos elementos de la cultura de una comunidad que son reconocidos formalmente mediante declaratorias y/o son expuestos a través de festividades, exhibición en museos, conmemoraciones, tanto desde actores estatales como no estatales, y sobre los que se busca su preservación colectiva, y son considerados “patrimonios activados”. En lo que respecta a la gastronomía como elemento cultural, consideramos que el acto de preparar un alimento -cuando se realiza sobre la base de un conocimiento común aprendido a lo largo de generaciones- lleva, en el mismo movimiento, a producir y reproducir una identidad alimentaria y un patrimonio cultural (Álvarez, 2002), ya que los integrantes de cualquier grupo humano tienden a identificar al comensal y al cocinero o cocinera con un pasado y una tradición. En este sentido, nos referimos al patrimonio cultural alimentario como el conjunto de elementos materiales (ingredientes, recetarios, utensilios, vajilla, etc.) e inmateriales (saberes, destrezas, formas de comensalidad, simbolismo y otros) que caracterizan a una cocina nacional, regional o comunitaria en particular, la cual es concebida como una herencia compartida por un colectivo social y es vinculada estrechamente con un territorio (Bak-Geller Corona y Pasquier Merino, 2020). Estos elementos materiales e inmateriales, a su vez, ejercen como soporte transmisible de la identidad y la historia en la experiencia colectiva (Dormaels, 2011).
En este sentido, las políticas de activación del patrimonio cultural alimentario implementadas por el Estado en sus diferentes niveles y por los agentes privados exponen, por una parte, las dinámicas de selección, visibilización e invisibilización que se generan al calor de la patrimonialización y la producción de etnomercancías en sintonía con los lineamientos del mercado internacional (Sanmartino, 2021); y por la otra, las lógicas territorializadas donde los actores y comunidades locales intervienen para generar sus propias interpretaciones económicas y simbólicas respecto de las diversas formas de comer y cocinar, que contribuyen a su configuración como entidades culturales autónomas y como “patrimonios/atractivos” (Pérez Winter, 2021).
En el mismo sentido, en este trabajo entendemos al turismo como una construcción social compleja, fundada en la relación entre anfitrión y turista (González Damián, 2004), en la cual este último no se define únicamente en función del traslado temporario para realizar actividades no-cotidianas, sino en el vínculo intersubjetivo que establece con esa alteridad que es el no-turista. El local es concebido como el “propietario” del mundo de vida que se visita en los viajes turísticos, y aquí lo conceptualizamos como anfitrión (activo o pasivo) siguiendo la propuesta de González Damián (2004). Por tanto, en esta relación intersubjetiva que constituye el turismo, como señalan Champredonde, Bustos Cara, Oustry, Cacciurri, Ercoli, López Castro, Haag, Brandán, Tourrette y Montalbán (2007), el éxito de la valorización de recursos turísticos locales depende de la propiedad de esos recursos para convertirse en referencias significativas de identidad para el colectivo local. En otras palabras, la efectividad de un recurso en términos turísticos está estrechamente ligada al reconocimiento y la apropiación que realice de este la comunidad receptora: los anfitriones.
En este caso, el té galés implica tanto una combinación de sabores y preparaciones como una vajilla propia, una temporalidad específica y forma particular de disposición de los comensales. Así como saberes expertos, espacios indicados y representaciones, que son reconocidos, tanto por los visitantes como por los habitantes permanentes del valle inferior del río Chubut (VIRCh), como propios de la comunidad de descendientes de colonos galeses en el noreste de la provincia. El servicio del té galés es parte de la activación turístico-patrimonial de cultural alimentario en la zona al menos desde la década de 1970, cuando se abrieron las primeras casas especializadas y se incluyó a Gaiman, una de las localidades del VIRCh, en los itinerarios de viaje de los turistas que visitan Puerto Madryn y realizan el avistaje de ballenas.
No obstante, creemos que desde la llegada de Diana Spencer, más conocida como Lady Di,2 a Gaiman en 1995, se generó una digresión sobre las representaciones de la colectividad galesa en general y del té en particular, entre quienes se encuentran fuera de la provincia de Chubut, especialmente medios masivos de comunicación y redes sociales, y quienes ofrecen el servicio del té galés, lo que terminó generando un discurso turístico exógeno con el que la comunidad local tiene que lidiar y muchas veces se encuentra tensionada.
Es por ello que la hipótesis que guía este trabajo es que existen diversas estrategias de activación turístico-patrimonial del galés en el valle inferior del río Chubut, y que entre ellas se generan dos tipos de discursos turístico-patrimoniales que analíticamente distinguiremos como: uno producido principalmente en las casas de té, centrado en la tradición y en la “autenticidad”; y otro presente en los medios masivos de comunicación y las redes sociales, más enfocado en la figura de Lady Diana Spencer. Estos discursos no son necesariamente contradicciones, pero suelen generar tensiones entre los visitantes y la comunidad local.
El objetivo de este trabajo es analizar etnográficamente las tensiones entre los discursos exógenos y locales sobre el té galés y su repostería en el noreste de la provincia de Chubut, y cómo estas afectan las dinámicas de activación turística-patrimonial. El texto se encuentra estructurado de la siguiente manera: primero, desarrollaremos las consideraciones teórico-metodológicas de la investigación. En segundo lugar, haremos una descripción de la región, identificando sus principales características históricas y geográficas, y de la práctica del té galés, a partir de las observaciones realizadas en diferentes eventos y emprendimientos de té en la zona. En tercer lugar, realizaremos un breve repaso de las estrategias de activación, es decir, de selección y comunicación, de elementos relacionados con el té gales, a partir de cuatro casos de emprendimientos de té y repostería galesa, así como de algunas políticas estatales, y de los discursos sobre el té galés presente en medios de comunicación y redes sociales. Hacia el final de ese apartado, veremos cómo los discursos turísticos difieren en torno a la utilización o no de la visita de Lady Di como un elemento asociado al té gales y al pueblo de Gaiman.
Como se dijo más arriba, el objetivo de este trabajo es analizar las formas de activación turístico-patrimonial de té galés en el valle inferior del río Chubut a partir de una investigación cualitativa centrada en la perspectiva de quienes ofrecen el servicio (casas de té, productores de pastelería galesa), asociaciones de descendientes y agentes municipales, y contrastarlas con los discursos promovidos por periodistas y comunicadores de viajes y turismo. Para ello se adoptó el enfoque histórico-etnográfico como abordaje teórico-metodológico (Rockwell, 2009), buscando situar el análisis y dar sentido a las divergencias y similitudes en las experiencias observadas. El trabajo de campo se realizó entre junio de 2022 y agosto de 2023, en el marco del proyecto más amplio para nuestra investigación doctoral, sobre activación turístico-patrimonial de las culturas alimentarias en el valle inferior del río Chubut. A su vez, algunos testimonios fueron reafirmados recientemente en una serie de entrevistas realizadas como parte del Proyecto “Construcción colectiva de la Indicación Geográfica Torta Negra Galesa de Chubut (2023-2024)”, del Ministerio de Producción, Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de la Provincia de Chubut.
La elección metodológica se fundó la necesidad de recuperar principalmente sentidos y discursos locales, en el marco de un análisis exploratorio de una realidad social compleja. En este sentido, se han dejado de lado análisis de tipo económico de flujo turístico y de capital, así como estudios comparativos con otras experiencias en distintas regiones. Estas dimensiones de análisis quedan para futuras investigaciones.
Se realizaron entrevistas semiestructuradas durante el año 2023, a los propietarios de cuatro emprendimientos: Plas y Coed, Ty Gwyn, Memorable y Mona Lowisa, los cuales fueron seleccionados con el objetivo de recuperar distintos puntos de vista de oferentes del té y la repostería galesa.
Dos de ellos son casas de té, Plas y Coed y Ty Gwyn, las únicas activas en la localidad de Gaiman al momento de realizar esta investigación. Memorable, por su parte, radicada en Trelew, es una de las dos pequeñas empresas que producen a escala torta negra galesa y es la única que provee a casas de té, además de a otros clientes; mientras que Mona Lowisa, originario de Dolavon, es el primer emprendimiento de té galés a domicilio en la zona.
Paralelamente, se consultó a través de entrevistas semiestructuradas y comunicaciones personales a funcionarios de las áreas de Turismo, Cultura, Producción y Patrimonio, del Gobierno provincial y de los municipios de Rawson, Dolavon, Trelew y Gaiman; así como del ente mixto de turismo de la ciudad de Trelew, para indagar sobre políticas turísticas y culturales específicas que se hayan desarrollado para el té galés.
Se realizaron, a su vez, registros de observación participativa en eventos particulares: el aniversario de la Asociación San David y en el Eisteddfod3 2023, un servicio de té en Ty Gwyn, un servicio de té en un restaurante de la zona que habitualmente no brinda el servicio4 y una clase de repostería galesa dictada por Marcia Lloyd Jones, propietaria de Mona Lowisa, con el objetivo de identificar diferencias y similitudes en el servicio del té, y realizar registros fotográficos.
Los testimonios y registros obtenidos fueron complementados con una pesquisa de redes sociales y medios digitales, para corroborar fechas y recuperar imágenes.
La información recolectada durante las tareas de campo fue procesada y analizada posteriormente. Primero se transcribió el material proveniente de las entrevistas y las actividades de observación participante para generar una textualización de las observaciones realizadas, y luego se relacionaron los datos generados con los conceptos teóricos (Cardoso de Olivera, 1996).
La comarca del VIRCh comprende un corredor de localidades compuesto por Puerto Pirámides, Puerto Madryn, Trelew, Gaiman, Dolavon, 28 de Julio y Rawson, cabecera departamental y capital de la provincia (Figura 1). A diferencia de otras regiones, esta zona no es producto de una delimitación construida desde el Estado, sino que proviene de la dinámica impuesta por la colonización galesa durante la segunda mitad del siglo XIX. Un proceso que inicia con la llegada del velero Mimosa, en 1865, y se extiende hasta poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial, cuando arribó a la Patagonia argentina el último contingente de galeses desde Gran Bretaña, en 1915 (Williams, 2010; Gavirati y Coronato, 2014; De Bella, 2023, entre otros).
Fuente: Asociación de Agencia de Viajes y Turismo de Península Valdés. Recuperado de: https://www.aavytpm.com.ar/asociacion.html
El té galés en el VIRCh se consume en una mesa compartida, redonda o rectangular, vestida con un mantel, generalmente cubierto por un bordado (Figura 2). El té se sirve en teteras de porcelana o cerámica, recubiertas por un tejido de colores vivos. La infusión se realiza con agua, idealmente, cerca pero por debajo del punto de hervor, y té negro, preferentemente en hebras (aunque no excluye la utilización circunstancial de “saquitos”). La bebida, a su vez, es acompañada por una (o varias) fuentes abundantes de tortas, panes y dulces, aunque veremos más adelante que no excluye otras preparaciones.
Dentro de la región hay cuatro espacios donde se sirve con más frecuencia el té: centros culturales y sociales, capillas galesas (Figura 3), restaurantes y cafeterías, y casas especializadas. En los tres primeros de forma eventual, cercano a fechas alusivas como el 28 de Julio, Día del Desembarco, y en las últimas como actividad principal a lo largo de todo el año.
En lo que refiere a la pastelería, los infaltables son: scons, tarta de manzana, tarta de crema (o teisen hyfen, en galés), torta de nuez, tarta de limón (que se suele enfatizar que no es igual al lemon pie inglés) y torta negra (o teisen ddu).5 Además, dependiendo el prestador del servicio, pueden sumarse la tarta de gelatina (base de masa quebrada, crema de leche batida, frambuesas o frutillas -dependiendo de la estación- y gelatina del mismo sabor), alguna torta de chocolate o café, teisen fach (tortillar a la plancha a base de azúcar, harina leudante, manteca y pasas de uva), carrot cake y, no sin polémicas al respecto, tortas y/o tartas con dulce de leche. Tradicionalmente, a su vez, la(s) fuente(s) se completa(n) con, al menos, un pan blanco (aunque en muchas casas de té también se prepara uno con harina integral), amasado en la cocina del servicio y horneado en molde; dulces caseros, de alguna fruta de carozo (ciruela, damasco, durazno) y de citron (un tipo de zapallo dulce). En la mesa suele no haber presencia de comidas saladas, salvo por un sándwich de queso o, en algunos casos, de jamón y queso (aunque este no sea del agrado de los más tradicionalistas).
La tradición del té se instaló en el VIRCh con la colonización galesa (Figura 4), por lo que, según Nelcis Jones (2018), muchas de las recetas de panes y repostería que hoy identificamos con el servicio de té provienen del mismo periodo. Según la autora, particularmente entre 1875 y 1930, cuando la colonia alcanzó cierta prosperidad económica gracias al establecimiento de una copiosa producción de trigo y leche, lo que facilitó la elaboración de quesos, crema y manteca, y permitió adquirir productos importados, como azúcar y especias, fue posible preparar con regularidad dulces como el bara brith y el teisen fach, ya conocidos en Gales, y preparar nuevos, como el teisen hyfein y el teisen ddu, entre otros (Jones, 2018).
Más cerca en el tiempo, Jones (2018) también destaca que desde 1965 (año centenario de la llegada del velero Mimosa) hasta la actualidad, el té galés y su repostería galesa fueron ganando difusión y valorización a través del turismo y del surgimiento de casas de té y de emprendimientos de venta de torta negra. A esas iniciativas le podríamos agregar nuevas formas de servicio del té que no implican un espacio físico estable, como son Mona Lowisa (Figura 5), un emprendimiento de té galés a domicilio, y Té Galés al Paso, un food truck, normalmente emplazado frente al Museo del Desembarco en Puerto Madryn.
Fuente: El Valle Online. Recuperado de: https://www.elvalleonline.com.ar/la-herencia-familiar-de-mona-lowisa/
Del mismo modo, también se registra un creciente interés editorial en la zona por publicar libros de recetas de cocina galesa, como el Recetario bilingüe. Recopilación de recetas típicas de la colonia galesa del Chubut, de Norma Thomas, publicado originalmente en 1977 y reeditado en 2008 y 2017; Pan, Dulces y Tortas de una familia chubutense, de Iola Evans, editado en 2008 por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Chubut; y Recetario de repostería tradicional galesa de la Patagonia, editado por la Asociación Cultural Galesa de Puerto Madryn en 2023; entre otros. Estas ediciones se suman a la difusión de estas preparaciones registradas en canales de televisión, radios y, más recientemente, a los contenidos a través de Instagram y YouTube.6
En síntesis, la colonización galesa, cómo describió Jones (2018), trajo consigo una serie de recetas y prácticas culinarias que hoy forman parte del acervo cultural de la región del VIRCh. Estas recetas y formas de consumir té y pastelería son activadas como patrimonio (Prats, 2006) y explotadas como recurso turístico-comercial a través de las casas de té, los recetarios, canales de YouTube y redes sociales, entre otros medios, tanto desde actores estatales como no estatales.
Ahora bien, como proponíamos al comienzo, todo proceso de selección, ordenación e interpretación de elementos de una cultura reconocidos como patrimonio conduce necesariamente a la formación de discursos patrimoniales (Prats, 2006). En el caso del té galés, las narrativas construidas por las casas de té y los emprendimientos de venta de pastelería galesa tienden a utilizar referencias familiares para dar cuenta de la “autenticidad” de su servicio en relación con las prácticas coloniales, mientras que en los medios masivos de comunicación se suele hacer más hincapié en la visita de Lady Di al pueblo de Gaiman. En el apartado siguiente veremos con más detenimiento cómo se inscriben estos discursos y qué efectos tienen en las formas de difundir la práctica del té en tanto recurso turístico, gastronómico y patrimonial.
Como dijimos anteriormente, las casas de té y los comercios relacionados recurren frecuentemente a sus tramas familiares como fuente de legitimación de su servicio y repostería como “auténticas” de la colonia galesa del Chubut. Esta construcción narrativa se encuadra en el primer tipo de discurso turístico-patrimonial que identificamos y destacamos como el que mayor importancia tiene para los actores locales. Cabe destacar, en este sentido, que la “autenticidad” no es una cualidad inherente a un rasgo o fenómeno cultural, sino una construcción subjetiva, producto de una lucha en la cual intereses en conflicto tratan de imponer su versión de la historia y apropiarse del derecho de representarla (Fuller, 2015).
En este sentido, en Memorable, una de las fábricas de torta negra, y Ty Gwyn, una de las casas de té (Figura 6), la presentación oficial de la historia de cada emprendimiento busca trazar una línea de tiempo que los deposite directamente como herederos de los primeros colonos. Este ejercicio narrativo se plasma en sus respectivas páginas web y redes sociales,7 en la decoración de los locales (Figura 7) y es reiterado por sus propietarios en cada entrevista que brindan a medios de prensa escrita y audiovisual.8
En Mona Lowisa y Plas y Coed (Figura 8), por su parte, el eje discursivo también es la familia, aunque está más ligado a una localidad específica dentro del corredor del VIRCh. En el primer caso a Dolavon, donde su propietaria destaca sus experiencias de infancia en la chacra Ty Gerlan y el aprendizaje de las recetas a través de su madre y abuela en ese entorno;9 mientras que para Plas y Coed el lugar de referencia es Gaiman, de donde dicen que forman parte desde sus comienzos.10 Esto último en alusión a los casi 150 años hace que fue construida la propiedad donde hoy se encuentra la casa de té y que en 1949 fue adquirida por la familia de la actual propietaria, Ana Chiabrando Rees.
Sin embargo, esta forma de narrar la pertenencia histórica y territorial de los emprendimientos no clausura otros maneras de modificar la oferta para adaptar el té y su pastelería al turismo, consideradas por los actores como “innovadoras”. En el caso de Ty Gwin, por ejemplo, prepara un “té fuerte” para los turistas que realizan el tour por Península Valdés, que suelen salir de su hotel en Puerto Madryn a eso de las 9 de la mañana y arriban a Gaiman alrededor de las 3 de la tarde, por lo prefieren una almuerzo antes de comer cosas dulces. Para ello, en la casa de té elaboran una tarta de jamón, queso y cebolla de verdeo con la masa de la tarta de manzana, entre otras recetas que pasan de la pastelería al salado. Además, también ofrecen un servicio de té apto para celíacos (que debe solicitarse con 24 horas de anticipación) y se están capacitando para brindar uno apto vegano.
Memorable, por su parte, inició una línea de alfajores, la golosina por excelencia en Argentina (Trivi, 2020), para ofrecer junto a las tortas negras galesas. Este emprendimiento, si bien es proveedor de casas de té como Ty Gwyn, se relaciona de forma directa con los turistas que visitan el VIRCh a través de la venta de las tortas negras como souvenir. La introducción de los alfajores le sirvió para comenzar a comercializar dulces típicos11 de la zona, como el calafate, la frambuesa, las frutillas, la rosa mosqueta o el cassis, además de los tradicionales rellenos de dulce de leche, en un formato “original”. Estos alfajores empaquetados individualmente, a su vez, se venden al público en cajas surtidas donde además se incorporan “bocaditos” de torta negra. Según explicó el propietario de la empresa,12 la caja surtida con alfajores y tortas fue el resultado de una larga búsqueda por equiparar a la pastelería galesa con otros productos de pastelería asociados a la Patagonia, como el chocolate y las frutas finas.
Entonces, como podemos apreciar, los cuatro emprendimientos mencionados seleccionan elementos del té galés, como pueden ser recetas particulares de la repostería que acompaña este servicio, y los incorporan en distintos contextos. En algunos casos, asociados a la idea de tradición familiar y de “autenticidad”, y en otros, con procedimientos “innovadores”, apuntados directamente al nicho comercial del turismo que ingresa al VIRCh.
Los agentes estatales, por su parte, tienen una incidencia significativa en la activación turístico-patrimonial del té, ya que, en sus diferentes niveles, es el Estado quien puede generar declaratorias o reconocimientos oficiales, así como grandes ferias donde presentar el servicio y la pastelería, por lo que repasaremos algunas políticas e iniciativas particulares. En el caso del Estado nacional, se ha reconocido al té y la torta negra galesa a través de ferias como Caminos y Sabores, y el Festival Raíz, donde suele participar Memorable,13 y el programa Cocineros Argentinos en la Televisión Pública.14 Dentro del Estado provincial, distintas áreas impulsan políticas específicas, como el Ministerio de Turismo, que, además de promocionar las casas de té y la pastelería galesa en ferias nacionales e internacionales, también lo hace a través de folletos y en sus redes sociales y en la página oficial de turismo. A su vez, es el área responsable de organizar todos los 28 de julio un té galés en la Casa del Chubut en Buenos Aires, como forma de difundir este servicio y la herencia galesa como parte de la cultura chubutense.15 La Secretaría de Cultura de la Provincia del Chubut, por su parte, ha realizado publicaciones que incluyen gran cantidad de recetas asociadas a la comunidad galesa del VIRCh, como el mencionado Pan, Dulces y Tortas de una familia chubutense, y recientemente editó un podcast sobre la historia de la torta negra.16 Mientras que el Ministerio de Producción impulsa un proyecto para la creación de un sello de Identificación Geográfica para la torta negra galesa de Chubut, que incluye la declaración como patrimonio cultural provincial de este producto. En el caso de los municipios, si bien Gaiman es la localidad más identificada con el té y la cultura galesa, otras intendencias han buscado -a través de declaratorias, talleres, festivales y otras iniciativas- destacar elementos de la cultura culinaria galesa. Ejemplos de ese tipo de iniciativas son los talleres de repostería galesa organizados por la intendencia de Rawson,17 la Fiesta Regional del Valle y la Torta Negra Galesa en Trelew, y la reciente inauguración de la casa de té “La Mercante”, impulsada por la intendencia de Dolavon en el edificio de la ex Compañía Mercante de Chubut.18
Estas iniciativas marcan que hay una agencia específica por parte del Estado para generar identificaciones, selecciones, apropiaciones, reconocimientos y difusión del té gales y de parte de su repostería típica como un patrimonio/atractivo de la provincia del Chubut. Estas iniciativas o estrategias de activación suelen recurrir, e incluir en ellas, al discurso turístico-patrimonial de las casas de té y emprendimientos relacionados, ya que muchas veces estos últimos son convocados para participar de alguna de las políticas mencionadas. Ejemplos de ellos son el caso de Memorable en las dos ferias gastronómicas que nombramos en el párrafo anterior, al igual que los talleres municipales que suelen ser dictados por Marcia de Mona Lowisa, o el proyecto del sello de Identificación Geográfica para la torta negra galesa de Chubut, del cual participan todos los emprendimientos mencionados en este trabajo.
Ahora bien, las casas de té, emprendimientos de repostería galesa y agentes estatales no son los únicos actores que producen discursos turístico-patrimoniales sobre el té galés. En los medios masivos de comunicación y las redes sociales, periodistas e influencers especialistas en viajes y turismo al referirse a la región y la práctica del té suelen referenciarla con Lady Di y la visita que realizó a Gaiman en 1995, dando lugar al segundo tipo de discurso turístico-patrimonial que nos interesa analizar.19
En aquella oportunidad, Lady Di, entonces princesa consorte de Gales, visitó brevemente la casa de té Ty Te Caerdydd, como parte de una gira por Argentina y por la provincia del Chubut. Luego de aquel evento, el tiempo que funcionó la casa Ty Te Caerdydd (actualmente cerrada, producto de la pandemia),20 dispuso un sector específico del salón, para que los visitantes se acerquen a modo de altar a la mesa donde presuntamente Diana habría tomado el té, ver la que habría sido su taza, junto con fotos de aquel viaje y una placa que reza “Esta casa fue visitada por Lady Diana, Princesa de Gales”. Hasta allí peregrinaron periodistas, artistas y personalidades del mundo de la gastronomía argentina, como Damián Betular y Osvaldo Gross,21 además del público en general. Ese altar y placa funcionaron como primer reconocimiento y patrimonialización de la visita, que quedó integrada, primero a la historia de la casa de té y luego, debido a la interpretación y difusión en medios, en una segunda instancia a la localidad de Gaiman y a todo servicio de té que allí se realice.
Entonces, por medio de la figura de Lady Di, aparece una distancia -que identificamos como tensión- entre la experiencia que buscan los turistas que ingresan el VIRCh y consumen el té galés y el servicio que pueden encontrar en Gaiman, ya que, como dijimos más arriba, Ty Te Caerdydd se encuentra cerrada desde 2020. Sin embargo, la referencia existe, circula a través de grandes medios de comunicación y genera sentido en los posibles visitantes, que en muchos casos terminan por presentar quejas ante los funcionarios municipales o a través de las redes sociales, como si hubieran sido víctimas de algún tipo de engaño.
La vinculación de Lady Di con el té galés es reconocida por las casas de té y actores estatales municipales, aunque estos no tienen forma de explotarla directamente.22 La discordancia entonces opera como una imposibilidad de apropiación de la comunidad local de un activo turístico-patrimonial. Esto, en términos de Champredonde et al. (2007), imposibilita o dificulta la valorización del recurso, en este caso, la historia de la visita y elementos materiales asociados (taza que utilizó, mesa, firma, fotografías, etc.), amén de las expectativas de los turistas.
En este trabajo fue posible apreciar cómo, al calor de las acciones de selección, interpretación y comunicación de elementos de la historia y la cultura alimentaria de una localidad y un grupo específico, distintos actores generan discursos turístico-patrimoniales que inciden fuertemente en la relación que se construye entre visitantes y anfitriones. En este sentido, vimos cómo las expectativas turísticas muchas veces pueden ser construidas sobre la base de narraciones exógenas a la comunidad receptora, haciendo que estas últimas tengan que lidiar con discursos que no reflejan las interpretaciones económicas y simbólicas que los actores en el territorio realizan respecto de sus propias formas de cocinar, servir y comer. Una dinámica que genera tensiones, en este caso, entre quienes ofrecen el servicio de té galés y quienes visitan como turistas el VIRCh.
Sin embargo, sostenemos que el té galés es dinámico y permeable al cambio, como reconocimos en la incorporación de nuevas recetas y formas de servicio que desarrollaron algunas casas y emprendimientos de repostería. Por lo anterior, creemos que un abordaje más sistemático y consciente del fenómeno y los sentidos locales (económicos, identitarios) asignados podría permitir nuevas formas de activación turístico-patrimonial, que permitan un mejor desarrollo del té gales como un patrimonio/atractivo.
Agradezco a los evaluadores y editores por sus valiosos comentarios, sugerencias y correcciones. También a mis informantes y, muy especialmente, a Verónica Casas, por su acompañamiento, atenta lectura y por el cariño que nos tenemos.
Bak-Geller Corona, S. y Pasquier Merino, A. G. (2020). ¿Qué tan sustentable es la tradición? El patrimonio cultural frente a la crisis alimentaria. En D. Prunier, J. Le Gall, A. Genevieve Pasquier Merino y D. M. Espinosa de la Mora (Comps.). Justicia y soberanía alimentaria en las Américas. Desigualdades, alimentación y agricultura (pp. 41-46). Ciudad de México: CEMCA.
Champredonde, M., Bustos Cara, R., Oustry, L., Cacciurri, H., Ercoli, F., López Castro, N., Haag, M. I., Brandán, M. de Los A., Tourrette, E. y Montalbán, M. (noviembre, 2007). Culturas migratorias y valores territoriales localizados en la ruralidad y el desarrollo del sudoeste de la Provincia de Buenos Aires. Procesos de patrimonialización de platos típicos mallorquines. En V 23 Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina.
Gavirati, M. y Coronato, F. (comps). (2014). Los galeses en la Patagonia VI. Selección de trabajos prpesentados en el VI Foro sobre el tema realizado en Puerto Madryn en el año 2012 Puerto MAdryn: Asociación Punta Cuevas, Asociación Cultural Galesa de Puerto Madryn, Centro de Estudios Históricos y Sociales de Puerto Madryn, ed.
Jones, N. (2018). Con sabor a hogar. Patrimonio y cocina galesa en la Patagonia. En Los galeses en la Patagonia VIII Selección de trabajos prpesentados en el VI Foro sobre el tema realizado en Puerto Madryn en el año 2016. Puerto Madryn: Asociación Punta Cuevas, Asociación Cultural Galesa de Puerto Madryn, Centro de Estudios Históricos y Sociales de Puerto Madryn.
Trivi, N. (2020). El alfajor, un análisis de la golosina nacional argentina desde la geografía cultural. Estudios sociales (Sonora), 30(55). En Memoria Académica. Recuperado de https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.13477/pr.13477.pdf
[1] En gran parte de la literatura que aborda la relación entre el turismo y la alimentación y en las políticas específicas desplegadas por los Estados y los actores del sector privado, los términos cocina, culinario, alimenticio y gastronómico suele presentarse como sinónimos. A nuestro entender, este último se refiere más bien a los consumos alimentarios de las clases altas y su popularización en el discurso público deviene de un fenómeno más amplio de “gourmetización”, es decir, de una pretendida búsqueda de “calidad” dentro del mercado global de alimentos (González, 2018). Sin embargo, al no presentar una contradicción con los marcos teóricos de este trabajo y ser usado de forma regular por nuestros entrevistados, decidimos conservarlo.
[3] El Eisteddfod es un festival de origen galés donde se realizan lecturas y competencias de canto y poesía.
[4] Pero que lo realizó a propósito de la conmemoración del 28 de Julio, Día del Desembarco de los colonos galeses en la provincia de Chubut.
[5] En los recetarios esta también puede ser encontrada como teisen briodas, en galés, y en español, como torta de bodas, de aniversarios o simplemente torta galesa.
[6] A modo de ejemplo: Cómo hacer la torta galesa, Cocineros Argentinos (TV Pública) https://www.youtube.com/watch?v=fQ5nS661sro; TORTA GALESA EN 5 PASOS: la torta que no envejece, Paulina Cocina https://www.youtube.com/watch?v=v0KgPKktLbc, consultado el 25/03/2024.
[7] Ty Gwyn Instagram “Nosotros” https://www.instagram.com/stories/highlights/18259462681203990/?hl=es
[8] A modo de ejemplo: “Ty Gwyn significa ‘Casa Blanca’ y fue fundada en 1974 por Carlos Alberto ‘Boby’ Sánchez y su esposa, María Elena Naso. […] Carlos era descendiente del pastor Abraham Mathews, uno de los 153 galeses que llegaron en el Mimosa, el velero que desembarcó en Madryn en 1865”. En Ty Gwyn. Cuatro generaciones al servicio del té galés en Gaiman, La Nación, 29 de septiembre de 2021. Recuperado de https://www.lanacion.com.ar/revista-lugares/ty-gwyn-cuatro-generaciones-al-servicio-del-te-gales-en-gaiman-nid29092021/, consultado el 26/03/24.
[9] Instagram Mona Lowisa, Nuestra historia. Recuperado de https://www.instagram.com/p/CSKrODVFhqq/?hl=es, consultado el 18/03/24. Este relato fue reiterado por Marcia, propietaria del emprendimiento, tanto en el taller de repostería galesa que dictó en Rawson en julio de 2022 como en nuestra entrevista del 08/05/23.
[10] Gaiman 149 años creciendo juntos, en Creciendo junto a Gaiman desde sus comienzos. Recuperado de https://www.instagram.com/p/Cv8GpcDpItF/?igsh=MTVjcW9oZGl4ajExZA%3D%3D, consultado el 19/03/24.
[11] La cursiva responde a que algunas de las frutas en realidad son especies traídas por los migrantes europeos y no plantas autóctonas.
[13] Emprendimientos de Chubut que participa en la Feria Federal “Caminos y Sabores”, Gobierno de Chubut. Recuperado de https://www.chubut.gov.ar/emprendimientos-de-chubut-participaran-en-la-feria-federal-caminos-y-sabores-2023
[14] Un plato con historia, Torta negra de Gaiman. Cocineros Argentinos. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=3ByJqR393ic
[15] A modo de ejemplo: Habrá servicio de té galés en la Casa del Chubut, Diario Jornada, 25/07/2019. Recuperado de https://www.diariojornada.com.ar/240837/sociedad/habra_servicio_de_te_gales_en_la_casa_del_chubut, consultado el 03/05/2024
[16] Torta Galesa, en GPS Histórico, Secretaría de Ciencia y Cultura de la Provincia del Chubut. Recuperado de https://open.spotify.com/episode/0sy3ifVBGqenYStuKdJrz9?si=LeHrmXcCR_6icx3A3ird8w&nd=1&dlsi=cd4e319874d94001
[17] Realizan una nueva edición del Taller de Repostería Galesa en Rawson. Canal 12 Web, 19/06/22. Recuperado de https://canal12web.com/realizan-una-nueva-edicion-del-taller-de-reposteria-galesa-en-rawson/
[18] ¡Nueva casa de té galés en la ex Compañía Mercantil de Dolavon. Instagram Municipalidad de Dolavon. Recuperado de https://www.instagram.com/munidolavon/reel/C51XGYtJJzB/
[19] A modo de ejemplo, ver Viajando (03/01/2024). Gaiman: el pueblo de la Patagonia que enamoró a Lady Di. Recuperado de https://argentina.viajando.travel/patagonia/gaiman-el-rincon-gales-la-patagonia-que-enamoro-lady-di-n61065; Diario La Nación (11/02/2004). Gaiman no se olvida de Lady Di. Recuperado de https://www.lanacion.com.ar/sociedad/en-gaiman-no-se-olvidan-de-lady-di-nid572080/; Infobae (16/09/2016). Cómo es Gaiman, el curioso pueblo galés de la Patagonia donde tomó el té Lady Di. Recuperado de https://www.infobae.com/turismo/2018/09/16/como-es-gaiman-el-curioso-pueblo-gales-de-la-patagonia-donde-tomo-el-te-lady-di/, consultado el 22/03/24.
[20] Actualmente su propietario vive en Uruguay, por ello no fue posible entrevistarlo ni recorrer el espacio para esta investigación.
[21] Ambos son pasteleros de larga trayectoria en hoteles como el Hyatt y la cadena Four Seasons, y en los últimos años han sido muy reconocidos por su presencia en distintos programas de televisión.
[22] Como de la organización de la visita no participó en ninguna instancia la municipalidad de Gaiman, hoy el pueblo no cuenta con elementos como registros fotográficos propios o la firma de la princesa en el libro de visitante, como para generar algún tipo de atractivo/patrimonio alternativo y complementario.